Sentados alrededor de unos porros, canutitos le gusta llamarlos a él, intento descubrir en ellos a los NP que seguro esconden. No tarda en aparecer el primero, un NP en busca del sexo que en el mundo de donde viene le es difícil encontrar, como un indio en la espesura del bosque. Necesita un sexo sin ataduras, sin compromisos, sin promesas ni esperanzas, sin vencedores ni vencidos. Sexo por el puro placer de disfrutar del sexo. Aquí lo encontrara, seguro. Hay muchos NP como él, quizás demasiados. Al otro muchacho le cuesta algo mas dejar salir a su NP. Finalmente aparece cargado de un arsenal de armas en forma de utópicas ideas para luchar contra el capitalismo en mayúsculas, como él dice. A este tampoco le van a faltar compañeros de batalla contra los piratas del S.XXI. Estos, por muchos que haya, nunca son demasiados.
En ella no consigo ver a su NP. ¿Por qué? ¿Dónde lo ha visto él? Hasta hoy nunca me había costado ningún esfuerzo ver a los NP. Tengo que salir en su busca.
-¿A que has venido hasta aquí? Tengo la sensación de que estas fuera de lugar. Hay algo en ti diferente al resto de nosotros, diferente a estos dos con los que has venido.- La pregunta parece que no la ha sorprendido. Tengo la impresión de que lleva mucho tiempo esperando ha que alguien la hiciese.
-Tienes razón, no debería estar aquí. Son mis últimas vacaciones con ellos. Desde hace mucho, no recuerdo cuando empezó, nos vamos los tres unos días juntos de vacaciones. En unos meses mi vida cambiara y ya nunca más repetiremos estas aventuras veraniegas. Las echaré de menos, seguro.- Su voz suena cargada de maravillosos recuerdos vistos con los ojos de la nostalgia.- Antes si era como ellos, cargados de irresponsabilidad, de hormonas, de ganas de lucha, de ganas de juego, llenos de vida. Supongo que por fin he sentado la cabeza. Tengo la sensación de que estoy atravesando un túnel que me conduce de forma irremediable a la estación de la gente normal. Allí me espera un trabajo normal, una hipoteca normal, unas expectativas normales, una familia normal, en fin, una vida normal.
-Pues aquí tienes una puerta trasera para salir.
-Me temo que no quiero salir.
En ella no consigo ver a su NP. ¿Por qué? ¿Dónde lo ha visto él? Hasta hoy nunca me había costado ningún esfuerzo ver a los NP. Tengo que salir en su busca.
-¿A que has venido hasta aquí? Tengo la sensación de que estas fuera de lugar. Hay algo en ti diferente al resto de nosotros, diferente a estos dos con los que has venido.- La pregunta parece que no la ha sorprendido. Tengo la impresión de que lleva mucho tiempo esperando ha que alguien la hiciese.
-Tienes razón, no debería estar aquí. Son mis últimas vacaciones con ellos. Desde hace mucho, no recuerdo cuando empezó, nos vamos los tres unos días juntos de vacaciones. En unos meses mi vida cambiara y ya nunca más repetiremos estas aventuras veraniegas. Las echaré de menos, seguro.- Su voz suena cargada de maravillosos recuerdos vistos con los ojos de la nostalgia.- Antes si era como ellos, cargados de irresponsabilidad, de hormonas, de ganas de lucha, de ganas de juego, llenos de vida. Supongo que por fin he sentado la cabeza. Tengo la sensación de que estoy atravesando un túnel que me conduce de forma irremediable a la estación de la gente normal. Allí me espera un trabajo normal, una hipoteca normal, unas expectativas normales, una familia normal, en fin, una vida normal.
-Pues aquí tienes una puerta trasera para salir.
-Me temo que no quiero salir.
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